El huerto urbano se ha convertido en una fantástica opción para el autoabastecimiento de alimentos y para comer más saludable mediante agricultura ecológica. La gran ventaja de cultivar en vertical es el poco espacio que ocupa y donde se pueden obtener buenos rendimientos. Los factores que debemos tomar en cuenta para tener un huerto vertical exitoso son:
Luz solar: El primer paso es identificar un muro donde le dé mínimo 4 horas diarias de sol directo para garantizar que las hortalizas se desarrollen bien.
Sustrato: El sustrato debe ser ligero y suelto. Entre más se desarrollen las raíces más crecerá la planta, por lo que se deben evitar sustratos que se compacten. Además, deberemos agregarle composta o humus de lombriz para aportar nutrientes de manera ecológica y que las hortalizas crezcan más y mejor.
Especies vegetales: Las hortalizas que se siembren deben ser de acuerdo a la época del año; una lechuga se desarrollará bien solo en invierno mientras que las calabazas o los tomates crecerán mejor en verano. Los calendarios de siembra son una perfecta herramienta como guía.
Riego: Una clave imprescindible para el éxito de tu huerto es que nunca falte agua. Entre más regular sea el riego y menos tiempo esté seco el sustrato las plantas producirán más.
Soporte del huerto: Hay huertos verticales de diferentes materiales: madera, plástico, tela, etc. El material del que esté hecho debe soportar el peso, el sol, el viento, la humedad. En mi experiencia, un material como la fibra de vidrio es excelente: no se deforma con el tiempo, no se degrada y resiste todo tipo de inclemencias meteorológicas, conservándose así por más de 40 años.