Uno de los cuidados que tenemos que proporcionarles a nuestras plantas en maceta es el trasplante. Al estar en un recipiente, las raíces con el tiempo se desarrollan tanto que terminan por gastar todos los nutrientes del sustrato. Cuando eso ocurre, el crecimiento se detiene y su salud puede debilitarse.
Para evitarlo, es muy importante saber cuándo hay que trasplantar una planta. Así podremos asegurarnos de que va a poder seguir creciendo sin problemas.
¿Cuándo hay que trasplantar?
La mejor época para trasplantar una planta es en primavera, cuando el riesgo de heladas haya pasado. Sin embargo, hay que tener en cuenta que hay una excepción: las plantas tropicales que tenemos en el interior de los hogares. Éstas, al ser originarias de lugares donde el clima es cálido durante todo el año, reanudan su crecimiento más tarde (en mayo-junio en el Hemisferio Norte) si están en zonas templadas. Pero, ¿Cómo saber si necesitan trasplantarse? Muy sencillo:
Se le salen raíces por los agujeros de drenaje.
Ha detenido su crecimiento.
Sus hojas empiezan a ponerse feas, con las puntas amarillas o marrones.
Tras florecer el primer año, no ha vuelto a hacerlo más.
No se ha trasplantado desde que se compró.
¿Cómo hacerlo?
Si tienes que trasplantar tu planta, a continuación te explicamos paso a paso cómo debes hacerlo:
Lo primero que has de hacer es preparar una nueva maceta y rellenarla con un poco de sustrato. El tiesto ha de ser al menos unos 2-3cm más ancho que el que ya tenía.
A continuación, extrae la planta de su antigua maceta. Si ves que no sale, dale algunos golpecitos por los lados.
Después, introdúcela en su nuevo tiesto y comprueba que quede 1-2cm por debajo del borde. En el caso de que quede muy alta o muy baja, añade o quita tierra.
Luego, termina de rellenar con sustrato.
Finalmente, dale un riego generoso.
Así, podrás continuar cuidado de tu planta.